sábado, 8 de mayo de 2021

 


COHERENCIA INSTITUCIONAL


Recientemente Colombia, un país soberano con una maltrecha democracia se ha visto en boca del mundo, la causa, el fijar una reforma donde grava más impuestos al pueblo, los desmesurados abusos de autoridad y el vandalismo desaforado y sin control. No ha sido fácil para los expertos interpretar y buscar líneas de diálogo y concertación para el cese de las hostilidades. Un paro convocado desde mediados del mes de noviembre de 2019 fue el detonante para dilucidar un inconformismo generalizado del ciudadano del común frente a un gobierno históricamente sordo y mudo, que sólo ha gobernado para el beneficio de las familias prestantes y anquilosadas al poder. Una fractura que se denotaba, pero que, aunque era visible, no había sido mirada con cuidado, la falsa creencia que el olvido hace amnesia en quienes viven del pan y circo, se reompió, quedó totalmente desmititicada. Se vino pues la debacle, la crónica de un desastre anunciado, un país enormemente rico, administrado por los más incompetentes gobernantes. El tiempo fue pasando, la corrupción y la desigualdad social fueron creciendo, ya nadie podía detener el nivel de endeudamiento al que había llegado el Estado; una inversión mínima y unos programas paupérrimos de asistencia en el mejoramiento de la condición humana. Todo esto fue el caldo de cultivo para el estallido social que hoy nos tiene en la más absoluta incertidumbre y desconcierto por nuestras instituciones. La pandemia del corona virus desenmascaró la falta de inversión en sectores claves para garantizar el bienestar del ciudadano, la salud, el trabajo y la educación, dejaron ver la inequidad de la alta pobreza que se concentró en los estratos sociales 1, 2 y 3. En algún texto leí, que mientras los ricos no pensaran en como viven los pobres, sería difícil que ellos pudieran disfrutar sus riquezas libremente. El nivel de confort muchas veces hace que se desprecie e ignore el cotidiano vivir, partimos siempre de la premisa que todo está bien porque nadie dice nada, pero se olvida que son más los necesitados y desplazados por la injusticia social, que quienes gobiernan, derrochan y exprimen el fisco.

Entonces ¿Cómo solucionar la problemática? Creo que una aproximación a un diálogo concertado sería una buena opción para comenzar, cesar las agresiones, retirar las fuerzas policiales como medida de intimidación, amedrentamiento y represión. Convocar a una mesa de trabajo donde estén representados todos los sectores, donde se establezcan reformas no de asistencialismo y subsidios miserables, sino planes y reformas que incentiven y beneficien el agro, la salud, la educación y la apertura a la producción y el derecho al trabajo. Es conveniente que se estudie la posibilidad de una reforma política, donde se disminuya el número de parlamentarios, sus sueldos y prebendas que tanto malestar causan en la población civil. Las verdaderas reformas se piensan en los que tienen más y no en mutilar a los que nada tienen. Es hora de darle a la corrupción el entierro que merece, se debe castigar no sólo con cárcel sino con extinción de dominio a todos quienes se hayan enriquecido a expensas del estado. Revisar cuentas de paraísos fiscales e intervenirlas. Y por último creo que es necesario reiniciar los diálogos de paz, con ello seguiremos esclareciendo la verdad del conflicto armado, sus implicados, sus condenas y el restablecimiento del orden en territorios abandonados y dejados en manos del narcotráfico, las bandas delincuenciales y las disidencias de los grupos guerrilleros.

Los organismos internacionales deben ser los veedores que garanticen la constitucionalidad del Estado, la protección a los derechos humanos y a las garantías de la libre y objetiva información por parte de los medios de comunicación. El respeto a las autoridades y la legítima defensa son válidos en la medida que no se violenten las normas establecidas.  Es obligación del ciudadano respetar las instituciones y los bienes públicos, que de paso se ha dicho también son propiedad de todos, sólo así podremos salir de este túnel tan prolongado que nos ha tocado recorrer.



sábado, 4 de abril de 2020




LA REALIDAD HUMANA FRENTE A UNA PANDEMIA


Desde el martes 10 de marzo, cuando se dio la directriz de no regresar al trabajo por la Pandemia, el mundo no volverá hacer igual, tal vez nuestro país aprenda la lección o quizá siga el mismo rumbo que durante siglos lo ha enmarcado. Por estos días se escuchaba a muchos expertos opinar sobre cuáles serían las consecuencias para la economía en esta emergencia sanitaria, nombres como Adam Smith y su teoría sobre La Riqueza de las Naciones, profundizan aún más la realidad que viven los países que cayeron en manos del monopolio capitalista y las contadas familias que han sabido explotar los recursos y riquezas de los países.

Muchas enseñanzas nos ha dejado la COVID19, el hombre que era invulnerable, arrogante y prepotente frente al poder, hoy está sumido en la impotencia, en el nerviosismo que produce al mismo estilo de las películas hollywoodense de terror y apocalípticas. El egoísmo, la hipocresía, las ansias de poder se han quedado en el camino, se rompió el velo y dejó dilucidar la cara menos amable de quienes por muchos siglos ostentaron de potencias, sus sistemas de salud expiraron en las manos de capitales privados, el negocio sólo fue rentable para su dueño, pero, la ausencia de las mínimas condiciones de atención dejan sumida en una gran crisis el sistema de salud; los hospitales carecen de camas, respiradores, medicamentos y como si fuera la desgracia de desenmascarar a los culpables, vemos que el personal médico no cuenta con las garantías de desempeñar su función. Las leyes funestas, los sueldos de miseria y la inversión social fueron la constante de las hegemonías gobernantes, la pandemia puso al descubierto el nocivo imperativo del Capitalismo salvaje.
Humanizar las sociedades y apartar los sistemas  de explotación deben ser las propuestas para un futuro, es increíble que el mundo respire paradójicamente mejor aire y la tierra se sobreponga con esta crisis, gracias a la ambición y avaricia de quienes no supieron administrar nuestro planeta.     
El peor momento de la historia de la humanidad, desestabiliza y está mostrando nuestra verdadera naturaleza, lo ruin y miserable que somos, un mundo de cabeza al que un virus ha desconectado del consumo y la masificación, del producir y no dejar de trabajar, para conectarnos con una familia que desconocíamos y por ello no soportamos, de ahí que se haya triplicado la violencia doméstica; la corrupción está en aumento y hace despreciable nuestros gobernantes al robar un mendrugo de pan al más necesitado. Los Bancos al mejor estilo saquean a la víctima y como vampiros extraen la poca sangre que permite fluir oxígeno al cerebro. Nadie se escapa del caos, la indiferencia por el prójimo es lo más notable, seguimos sin entender que lo más valioso es la vida, no las cosas materiales. Nos preocupa más la economía, el tiempo que pasa desespera en casa, nos está atosigando por no producir, nos volvimos máquinas del capitalismo, estamos desnudos de cuerpo y mente. Luego, entonces ¿Qué queda? Vivir de la mejor manera, valorar no al dinero sino a lo que da sentido, lo humano, compartir lo que tenemos y no lo que sobra, ser agradecidos si este momento nos da la posibilidad de hacerlo.

martes, 23 de julio de 2019


EL CONCEPTO DE DEMOCRACIA Y LA CRISIS DE VALORES

Los estudiosos han reconocido que la historia se ha hecho cíclicamente, paso por paso y sin alteraciones diferentes a los eventos que ella misma proporciona. El hombre en la misma dinámica ha evolucionado y muestra su capacidad racional entorno a su ambiente. Las grandes civilizaciones son producto del esfuerzo y la lucha propuesta por sus ciudadanos, hombres y mujeres capaces de fomentar  y construir principios de convivencia, armonía y buen vivir. Estructuras que se perpetuaron y fueron repetidas generación tras generación, unas enmendando los errores del pasado, otras innovando nuevas formas de comprenderse los unos con los otros. Un único propósito parecía tener la intención, que cada ser viviente ocupara un espacio digno en la tierra que habitaba.
Los griegos quizás fueron la civilización con mayor aporte a la estructura social, el afán y compromiso porque cada ciudadano participara y tuviera un reconocimiento de la cosa política, es decir del crecimiento del Estado, era el fin y la pretensión de quienes dirigían. No era solamente ser ciudadano porque se naciera y listo, no, la trascendencia y el sentido de pertenecer obligaban al trabajo, al acato y al respeto de esa ciudadanía. Esto se hacía posible porque se consultaba y se ponía en mutuo acuerdo las necesidades de la población y la responsabilidad de quienes eran comisionados para dirigir el bien común.
Los Estados crean leyes en pos de un ordenamiento y es obligación de sus ciudadanos acatarlas y respetarlas. Esa es la clave secreta para que exista Democracia, la participación activa con voz y voto, sólo se diluye si es vulnerada por uno de sus actores.
Es menester de todos los sabios honrar a su pueblo, con buenos consejos. Tarea difícil en el mundo actual. La consideración de dirigir una nación está enmarcada dentro de un presupuesto o premisas que van desde lo moral y ético hasta lo superficial y vano.

La educación está siendo objeto de manipulación desde lo gramatical hasta lo práctico. Se comercializa y se vende como cualquier producto de supermercado al mejor postor, sin reparo y cautela. Por eso ha perdido su razón de ser en buena medida. No existe educación cuando las sociedades se derrumban y generan caos. Cuando los valores pierden su razón de proceder y son ajustados a las necesidades injustificadas de la sinrazón. Un gobierno  que utiliza la ética y la moral para justificar los malos procederes de sus administradores, aduciendo la debilidad humana, es un gobierno inequívoco e insubsistente.

Ser ciudadano  requiere de compromiso de todos los agentes que conforman la sociedad,la familia como sector primario está comprometida a profundizar y encaminar cada una de las acciones que se ejecutan en el interior de la misma, los padres son formadores y ejemplo de sus hijos, el permanente diálogo y el respeto entre las partes, condicionan a los demás miembros a aplicar todos sus saberes en comunidad.Es decir, si gestamos hombres en el amor, la justicia y el respeto, es muy seguro, que el Estado realice su parte en la escuela con los fundamentos de pertenencia ciudadana.
El mundo sistematizado y el auge de nuevas tecnologías parecen apartar al hombre de su compromiso y construcción de un proyecto de vida  significante y no tan individualista como se evidencia hoy. La sociedad del caos parece reinar dentro de un contexto insensible de aislamiento con los más débiles y desarraigados. Aquellos que no tuvieron la fortuna de que fueran consultados en el desarrollo de su grupo social, los que al nacer no tenían una ilusión sino más bien una obligación de contribuir con su miseria a la desidia de quienes gobiernan y despilfarran, sin saber estos o sabiendo, que están aumentando no la desgracia de una persona, sino la destrucción de un Estado.
Las sociedades manipuladas y sin valores fácilmente perecerán.


domingo, 21 de julio de 2019


UN 20 DE JULIO DE NO OLVIDAR

Observando la instalación por parte del Presidente de la República, me suscita una reflexión en torno a lo que pudimos ver  todos los colombianos en la transmisión de la televisión, varios aspectos frente a la ética y la moral en un recinto que históricamente representa unos simbolismos para tener en cuenta en las cátedras escolares y universitarias.
Desde niños nos inculcan el respeto por la palabra, ella es el referente de lo que somos y del entorno que vivimos, por ello, cuando alguien habla se le mira a los ojos y se presta atención. Un recinto donde todo el mundo habla, se pone de pie y se distrae con un teléfono; qué evidencia…
La frase por parte de uno de los congresistas “es común que en el Congreso todos hablen y nadie preste atención”,  me dejó muy pensativo: ¿Acaso cuando papá y mamá hablan en familia, los hijos no escuchan y hace cada quien lo que quiere?
En un mundo globalizado por las Redes Sociales y las comunicaciones en general; la intimidad, el respeto y la dignidad por el otro, al parecer, se están viendo ciertamente afectadas; los señalamientos, las denuncias, diatribas y vulgares gestos de manipulación, suelen ser constantes en el nuevo vocabulario digital. Desconocer su uso y su manipulación puede llevar a cometer los errores garrafales en el que cayó el Presidente saliente apodado jocosamente “El Bachiller”, quién no supo manipular un micrófono y de una forma ruin deja entrever su autoritarismo en el poder que ejerce.
“La ignorancia es atrevida” suelen decir los adultos cuando se actúa incoherentemente. No redunda la frase en el recinto del capitolio. Los colombianos que observábamos la transmisión, sólo veíamos tristemente el espectáculo que presentaban nuestros honorables padres de la patria; todo lo que no se debe hacer como persona, estaba siendo visto por millones de colombianos en directo.
En el Leviatán de Thomas Hobbes, se hace mención al monstruo marino que es la política, se dilucida la barbarie y deshumanizada que es. Una enseñanza que nos dejan los anteriores actos, nos acercan a la realidad de nuestros gobernantes y sus propósitos para fortalecer las instituciones y pensar en la democracia como fuente de participación y avance del Estado.
Es tarea de los ciudadanos de bien iniciar una verdadera cruzada con el fin de escoger sus gobernantes y la idoneidad que deben tener en procura de la unión y la prosperidad de todos los colombianos.


sábado, 25 de mayo de 2019



LA FAMILIA Y SU DIMENSIÓN EN EL SIGLO XXI


Son muchas las realidades y vivencias que se pueden abordar frente a una temática tan compleja como lo es la familia, sin duda alguna no resulta fácil tratar aspectos que la dinamizan y la rodean en su desarrollo; los traumas, las clases sociales y su pirámide; los sentimientos, las obligaciones, las socialización de los miembros y sus consideración de reconocer a la familia como una institución en constante movimiento, la hacen motivo atrayente para ser analizada.

Particularmente observo en la familia colombiana, muy a pesar de las vicisitudes una lucha y un deseo por permanecer en las raíces ancestrales que apostaron en los valores y en la educación ética y moral, el fundamento de una mejor sociedad. Los verdaderos hombres desde un punto de vista antropológico, se hacen en familia y con ello se estructura un arraigo que por generaciones, se fue transmitiendo según la cultura de nuestros pueblos en pequeños modelos, donde su sentido común era la unión entorno a los padres, quienes  con su autoridad y jerarquía, enseñaron principios básicos de solidaridad, responsabilidad, libertad, alianza y respeto mutuo por todo lo que los rodeaba, de ahí la importancia que los “los valores se viven y en la vida se asumen”. Muchos son los factores que inciden en las grandes problemáticas que hoy padece la institución familiar, la violencia no sólo en lo urbano sino en lo rural; el narcotráfico, el desplazamiento forzado, la conformación de grupos al margen de la ley, unido a la corrupción como gran flagelo social; debilitan fuertemente los cimientos que caracterizan la institucionalidad familiar.

Apostar a la educación y romper falsos paradigmas que se fueron tejiendo alrededor del dinero fácil y el mal llamado “traqueteo”; fundamentan la aparición de programas de asistencia gubernamental, eclesial y de organizaciones nacionales e internacionales, que fortalecen y acompañan desde un trabajo colaborativo, las debilidades que se padece al interior de lo que conocemos como la célula básica de la sociedad, La Familia.
Con las Redes de apoyo se establecen estudios serios para detectar las falencias y oportunidades de mejoramiento, la compañía social, las actividades conjuntas, el apoyo emocional, los mismos estímulos son consideraciones que promueven y fortalecen las debilidades que se van presentando. Los intercambios de saberes y experiencias, el escucharnos unos con otros facilita que la comunidad alcance un compromiso social, ético y moral al actuar en coparticipación con los otros. No se puede olvidar como lo afirma (González-2010) que el trabajo colaborativo hace sentir competente en el desarrollo de las tareas.

Proyectar nuevas dinámicas de asistencia familiar, debe ser la propuesta que debe unir entorno al cuidado de “la casa en común” como lo afirma el papa Francisco, que permita fortalecer las relaciones que la persona establece consigo misma, con el prójimo, con la naturaleza y con el conocimiento. Crear Redes de protección escolar y familiar que requieran la construcción de territorios de vida, participación y dignidad; teniendo en cuenta el contexto para valorar, crear y transformar, invitar a soñar y alentar nuevas generaciones en la construcción de una sociedad familiar más unida, incluyente, participativa y respetuosa del otro, como única razón de existencia humana.
Ahora bien, la familia hoy debe estar regida por algunos lineamientos básicos que la fortalecen como institución, y es por tal razón que detengo mi reflexión en un aspecto que creo es fundamental y lo retomo en forma de pregunta: ¿Hasta dónde puede llegar un individuo sino se le marcan límites? Pues bien, la pregunta se podría responder muy fácil, el no marcar límites afecta, daña y destruye al otro, es así de lógico. Hoy los psicólogos hablan mucho del diálogo familiar porque con ello se pueden detectar las falencias que se evidencian en su diario vivir, un padre que habla con sus hijos todos los días seguramente mantendrá informado, pero ese hablar no consiste en limitarse al ¿cómo le fue?- de niños veíamos un acompañamiento de los infantes, como revisión de cuadernos, notas que escribían los profesores, sabíamos quiénes eran sus amigos, dónde vivían y otros; y ahora con el absurdo concepto de delegar responsabilidad porque ya tiene trece años, y usted ya sabe lo que hace, se olvidó de todo lo anterior y es cuando el muchacho por falta de acompañamiento adquiere todo tipo de mañas y olvida lo que en un momento dado aprendió. Y esas mañas cobijan amistades no convenientes, consumo de alcohol, de sustancias psicoactivas, un manejo inadecuado de los medios de comunicación, como exceso de televisión, utilización de infinidad de redes sociales por internet, toda clase de juegos electrónicos y de entretenimiento producto de los mercados globales.

Ese absurdo como lo denomino, no es otra cosa que incapacidad del padre por continuar un proceso, por el que debe responder hasta cuando el individuo adquiera una mayoría de edad. Y esa mayoría de edad debe estar enmarcada, como lo afirmó ese gran genio de la filosofía Immanuel Kant: “la minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de otro”. La salida de esa minoría de edad, es demasiado costosa, cuando no se quiere ascender. Es muy usual ver padres que hacen hijos incapaces, sin ninguna autonomía, holgazanes dependientes, irresponsables y por ende carentes de entendimiento cuando tienen que tomar una decisión. Serán hijos domesticados.

Siempre será motivo de satisfacción entender y pensar que el mañana puede ser mejor, cuando se apuesta por la dignificación del ser humano, el respeto, la calidad de vida, la igualdad social, de cultos; entendiendo que lo que tengo y conozco, no es de mi propiedad, sino del otro. “Si no nacimos para servir, vano es vivir” (Sor Teresa)








domingo, 31 de marzo de 2019

MODELOS DE ORIENTACIÓN Y ESTRATEGIAS EN LA FAMILIA


"Cuando alguien se siente involucrado en su proceso formativo, es porque ha sido escuchado y tenido en cuenta en todo el camino de diseño, ejecución y retroalimentación de la propuesta educativa"


EL EJEMPLO COMIENZA POR CASA


Un aspecto que es importante anotar dentro de la educación sana de los hijos, es el trato de los padres y el ejemplo que ellos deben de dar como primeros formadores.

Ejemplo:

Martina es una niña pre adolescente en etapa de exploración; desde mucho antes de nacer, su abuela materna le contaba que sus padres se trataban mal y ambos se agredían físicamente, en su vida actual no ha dejado de evidenciar el mismo comportamiento en sus progenitores a tal punto, que en muchas de las recientes contiendas, ha tenido que mediar para que sus padres dejen los golpes recíprocamente.

Cuando un niño desde su infancia ha sido víctima del maltrato psicológico por parte de los padres, es difícil que pueda olvidar y sanar las secuelas del pasado. En su adultez tendrá serios vacíos de afectividad y verá en muchas ocasiones el sin sentido del amor y más bien, se hará notable el rechazo y odio hacia algunos aspectos que toquen su sensibilidad.

No quiero generalizar los casos del maltrato y sus consecuencias, pero soy atrevido al afirmar que un buen porcentaje de víctimas, sufrirán en un futuro alguna consecuencia que se derive de lo que se ve o se dice en una contienda de pareja. Las constantes discusiones acaloradas, teniendo como testigo a los hijos, son letales en el procedimiento de los pequeños, lo que ellos escuchan y ven, tarde que temprano lo reflejaran en su entorno. Igual la sociedad tendrá que ser consciente de las repercusiones derivadas, porque ello generará traumatismos que serán evidentes en ciudadanos resentidos y carentes de sensibilidad y afecto hacia los demás.

Resulta muy complejo tratar de entender el comportamiento del hombre en una sociedad tan carente de valores, porque es justo en esa carencia donde se evidencian tantos casos que a la luz de las personas normales no resulta fácil comprender. O qué respuesta podemos dar a casos donde el papá violenta sexualmente a sus hijas desde pequeñas con el aval de la mamá, sólo porque él es el único que sostiene la familia, y si lo denuncian, ¿quién mantiene el hogar? Este mismo ejemplo se puede aplicar en el padre borracho, o peor aún, en los padres que enseñan a sus hijos a robar con ellos o traficar. Es una muestra de la crisis de valores que hoy enfrenta la sociedad actual, y que la justicia por desgracia tendrá que aplicar a todos los infractores que desde el hogar se están haciendo delincuentes. El término por desgracia que utilizo, obedece a una crítica al mismo Estado, que en muchos casos es culpable de buena parte de la generación de los conflictos, ya que la educación, la carencia económica y la misma calidad de vida, cada día son más deficientes en los sectores de mayor vulnerabilidad. Esto sin agregar las leyes que se aprueban, justificando “el libre desarrollo de la personalidad” y los decretos que atentan y vulneran a los menores. Todo esto es un componente de la gran cadena que comenzó mal y seguramente terminará mal, cuando en el diario vivir se aprecia una descomposición, cada día más fuerte.

Frente al Sentido de la Familia: (Propuesta)

¿Cómo establecer mayor acercamiento entre las problemáticas que evidencia la Escuela frente a la familia?
¿Qué debe hacer la escuela en materia de Orientación Familiar a dichas problemáticas?
Orientar sería, en esencia, guiar, conducir, indicar de manera procesual para ayudar a las personas a conocerse a sí mismas y al mundo que las rodea… (Rodríguez -1994)
En los tiempos modernos la escuela debe jugar un papel mucho más cercano a lo que ha sido, sin demeritar lo hecho hasta hoy. Se dejó de entender la escuela como el sitio depositario de conocimiento (Freyle) a los estudiantes, por un lugar más ameno y abierto al desarrollo integral del ser humano, allí se reeduca y se fomentan valores. Con las Escuelas de Padres se hace una aproximación a canalizar las diferentes problemáticas, y el fortalecimiento de la cátedra “Proyecto de Vida”, unifican la intencionalidad para detectar las falencias que vive la familia.
Se hace prioridad que se asuman políticas serias de Estado que permitan consolidar los intentos que desde lo privado se viene gestando en materia de acompañamiento Psicológico, cognitivo-conductual, humanístico, socio-afectivo y otros, que sin duda alguna han equilibrado o disminuido las grandes dificultades por las que atraviesa el núcleo familiar. Queda la discusión abierta y los buenos aportes que como educadores siempre hacemos en procura de una mejor sociedad.



Sin duda alguna abordar temáticas referentes a la familia, es interiorizar el contexto social y sus dinámicas, lo que somos como país y lo que proyectamos a futuras generaciones. “Los valores se viven y en la vida se asumen”














lunes, 11 de junio de 2018


CONVICCIÓN DE CIUDADANO

Apreciado Lector:

Soy profesional de la educación y desde hace 25 años sostengo una lucha inquebrantable con mi formación. Son muchas las preguntas e interrogantes hechas a lo largo de todo este tiempo, por ejemplo ¿Soy feliz con mi profesión?, ¿Transmito algo a mis estudiantes?, ¿Sirve lo que enseño?, ¿Asombra mi discurso pedagógico?, ¿Sensibilizo con mi labor docente?, ¿Soy testimonio de vida para mis estudiantes?, ¿Aporto algo a esta sociedad?... Mis razones y cuestionamientos radican en el lugar de origen que las producen, Colombia, país ubicado en Sur América, bordeado por dos inmensos mares, se dice que somos un país rico en agua, vegetación, cantidad de especies de todos los pelambres, recursos mineros, una geografía envidiable para cualquier extranjero que nos visita por primera vez, una variedad de climas que hacen de la producción agrícola de las más rentables y efectivas en cuanto a demanda alimentaria se refiere. Un único problema, el factor humano, significado en tres clases: Los humanos políticos, quiénes a lo largo de la historia han creado sus propios intereses e ideologías con el único fin de jerarquizar el Estado y no dar cabida sino a los apellidos y abolengos que por tradición se han mantenido en el poder. Ellos han sido pioneros en las rencillas y polarización del país, su lucro más efectivo la corrupción administrativa y las nuevas ambiciones de poder, basadas en las promesas falsas y la utilización de los medios de comunicación como la mejor arma de incomunicación jamás vista, en ellos se aplica la pedagogía romana, pan y circo para un pueblo ignorante; son minoría, pero se hacen ver como mayoría. La segunda clase que encontramos son los humanos civiles, pueblo sumiso, arraigado en tradiciones y costumbres ancestrales, pacifistas y convencidos que todo lo que les pasa, es porque así lo quiere Dios. Su óptica es pensar lo que otros piensan, y hacer lo que otros hacen, en este grupo hay una gran mayoría. Un tercero y último grupo son los humanos modernos, una mezcla entre el místico, moderado, el guerrero en sus pretensiones, justo, visionario, equitativo y aterrizado en su realidad cotidiana, casi siempre estudioso. El sueño de este grupo es luchar por una sociedad mejor capacitada y formada en valores, justa y equitativa, donde la consigna sea educar seres humanos más sensibles, más respetuosos con las diferencias, conocedores de sí mismos y de sus entornos; aunque son minoría, despiertan interés dada las propuestas a sus inquebrantables pretensiones de apostar por la paz, como camino que conduce a la justicia y la libertad.
Habiendo hecho esta jerarquización de humanos existentes en Colombia, se puede dar respuesta a los diferentes interrogantes con que inicié el escrito, posiblemente ya nos hemos ubicado en algún grupo o quizás estaremos creando otro que no fue tenido en cuenta, pero cierto es, aunque existen motivos, circunstancias y acontecimientos que nos hacen dudar de nuestra profesión, es tarea del Educador de hoy, sensibilizar su entorno, desterrar de la mente de nuestros niños y adolescentes esa falsa cultura mafiosa, de que “todo vale”, de que estudiar no sirve para nada, del dinero fácil y sobre todo erradicar la incapacidad mental del asistencialismo y la mendicidad por los que han sido conducidos.
Debe ser tarea de todos los educadores, padres de familia, escuela y todas las autoridades civiles y eclesiásticas, priorizar los valores, la tolerancia, el respeto a la diferencia y a la convivencia pacífica, desde cada uno de los lugares en su campo de acción, fomentar desde cada una de las instituciones la democracia, la participación, la solidaridad, con la única pretensión que se superen los autoritarismos y las arbitrariedades que tanto mal han hecho, a la tan anhelada paz. No llenarnos de pesimismo y rabia que imposibiliten nuestra labor, es una tarea espiritual que debemos pedir al Dios de la vida, que su justicia y amor sean el único motivo para apostarle a una sociedad mejor.